Comentario de texto resuelto Kant

Comentario de texto resuelto de Kant – Fundamentación de la metafísica de las costumbres

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Introducción

A continuación te vas a encontrar con un comentario de texto resuelto de Kant. Se trata, concretamente, de un fragmento clave de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres de Immanuel Kant. Este texto apareció en el examen de la EBAU de la convocatoria ordinaria del año 2024 en Aragón.

El pasaje que comentamos gira en torno a uno de los principios fundamentales de su ética: el imperativo práctico, que nos obliga a tratar a todo ser racional siempre como un fin y nunca solo como un medio.

Este tipo de texto encaja perfectamente dentro del bloque 3 del currículo, en el núcleo temático “El debate metafísico moderno. La filosofía crítica de Immanuel Kant y el problema de la metafísica como saber”. Además, su relevancia práctica y teórica lo convierte en un candidato habitual para ser incluido en las pruebas de acceso a la universidad.

Si te interesa, aquí te dejo el vídeo donde explico el texto y hago el comentario:

Recomendación inicial: cómo abordar el comentario de texto

Antes de lanzarte a comentar cualquier fragmento filosófico, te recomendamos que consultes nuestra guía detallada sobre cómo hacer un buen comentario de texto filosófico en la EBAU, donde explicamos con ejemplos reales cómo responder a las tres preguntas del examen. Recuerda que el comentario de texto supone 4 puntos sobre 10, por lo que es esencial dominar esta parte para sacar buena nota.


Texto de Kant: Fundamentación de la metafísica de las costumbres

Ahora yo digo que el hombre, y, en general, todo ser racional, existe como fin en sí mismo y no sólo como medio para cualesquiera usos de esta o aquella voluntad y debe ser considerado siempre al mismo tiempo como fin en todas sus acciones, no sólo las dirigidas hacia sí mismo sino las dirigidas también a los demás seres racionales (…) Los seres cuya existencia no descansa en nuestra voluntad sino en la naturaleza, tienen, si son seres irracionales, un valor meramente relativo, como simples medios, y por eso se llaman “cosas”. En cambio, los seres racionales se llaman personas porque su naturaleza los distingue como fines en sí mismos, o sea, como algo que no puede ser usado meramente como medio y, por tanto, limita todo capricho en este sentido (y es, en definitiva, objeto de respeto). No son éstos, pues, meros fines subjetivos, cuya existencia tiene un valor para nosotros como efecto de nuestra acción, sino que son fines objetivos, es decir, seres cuya existencia es en sí misma un fin tal que en su lugar no puede ponerse ningún otro fin para el cual debiera éste servir de medio, porque sin esto no habría posibilidad de hallar en ninguna parte nada con valor absoluto, y si todo valor fuera condicionado y, por tanto, contingente, no podría encontrarse ningún principio práctico supremo para la razón.(…) El imperativo práctico será entonces como sigue: obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca sólo como un medio.
(Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres)


Comentario de texto resuelto

Introducción, tema, tesis e ideas principales (2 puntos)

Aquí el lector se va a encontrar con un comentario de texto de un fragmento de Fundamentación de la metafísica de las costumbres de Kant, en el que el autor alemán nos ofrece la segunda formulación del imperativo categórico. Este fragmento trata sobre el valor intrínseco de todo ser racional en tanto que fin en sí mismo y de cómo esto se plasma en su ética. La tesis kantiana consiste en sostener que todo ser racional tiene valor en sí mismo y, por tanto, que es una persona.

Esta tesis se refuerza a partir de la comparación entre las “cosas” y las personas. Mientras que las cosas tienen un valor relativo en tanto que son medios para conseguir aquello que una persona desee, toda persona, considera Kant, que no debe ser tratada como un medio, sino como un fin. En otras palabras, no podemos tratar como un fin sólo a nuestra persona, solo a nosotros mismos, sino que reconocer que toda persona es un fin supone tenerlo en cuenta a la hora de relacionarnos con cualquier otro. Así pues, esta idea kantiana pone “límite” a todo capricho humano, esto es, limita aquello que debemos o no hacer.

Otra idea defendida por Kant consiste en señalar que un fin en sí mismo es lo mismo que un fin objetivo y que, por tanto, toda persona es insustituible. A ojos de Kant, que exista un fin objetivo significa que existe un criterio o valor absoluto que puede fundamentar la ética kantiana. En otros términos, si no existiese un fin objetivo, si todo fin fuese subjetivo y, por ende, relativo, no habría criterio ninguno o (en palabras del propio Kant) no habría “ningún principio práctico supremo para la razón”. Este criterio supremo recibe el nombre en la filosofía kantiana de Imperativo categórico y su segunda formulación es la que se corresponde con las ideas aquí tratadas y lo encontramos justo al final del texto cuando Kant afirma: “obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca sólo como un medio.”


Contextualización y relación con otras corrientes (2 puntos)

El texto se enmarca en la filosofía moral de Kant, desarrollada en el contexto del proyecto ilustrado, que defiende la autonomía de la razón y la dignidad del ser humano como fin en sí mismo. La distinción entre medios y fines, central en el fragmento, tiene su origen en Aristóteles, quien fue el primero en plantearla en su ética teleológica, aunque subordinando los fines a la consecución de la felicidad (eudaimonía). Kant, en cambio, rompe con esta tradición al afirmar que la moral no puede depender de ningún fin empírico, sino solo del respeto al deber. Frente a Hume, que basa la moral en los sentimientos, Kant propone una ética racional, influida por la confianza cartesiana en la universalidad de la razón. Esta defensa de la razón práctica será clave para fundamentar posteriormente los derechos humanos, que reconocen a toda persona como un fin en sí misma.


Conclusión: ¿por qué es importante este fragmento?

Este comentario de texto resuelto de Kant es fundamental para entender la ética moderna y los fundamentos filosóficos de los derechos humanos. El principio de tratar al ser humano como fin en sí mismo ha inspirado no solo teorías éticas contemporáneas, sino también declaraciones universales como la de los Derechos Humanos de 1948. Dominar este texto y su contexto te permite abordar con solvencia no solo el comentario de texto, sino también redacciones y definiciones conceptuales en el examen.

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