1 de Octubre o el harakiri del estado de derecho

Hace bastante tiempo que abandoné este blog. Por razones diversas decidí dejar de escribir aquí. Hoy, sin embargo, aun sabiendo que seguramente este post no vaya a tener apenas ningún lector, me veo impelido a hablar. Los sucesos en Cataluña en la jornada de hoy me hacen pensar que hoy más que nunca hace falta pararse a pensar y reflexionar con calma.

Principalmente quiero compartir unas palabras sobre la actuación de los cuerpos de seguridad y el atentado que estos han realizado contra el derecho a la integridad física de las personas que pacificamente se han movilizado en un acto de desobediencia civil, reclamando el derecho al voto sobre la secesión de Cataluña respecto al estado español. Podría entrar a valorar otras cuestiones, como por ejemplo la adecuación de la aplicación del derecho de autodeterminación a Cataluña, la soberanía de todos los españoles, el respeto a la constitución, etc… No obstante, voy a limitarme a reflexionar y valorar sobre los actos violentos ejercidos sobre la población catalana. El horror que me ha causado la multitud de heridos, algunos de ellos de gravedad, me obliga a centrarme única y exclusivamente en este tema. Posteriormente me dedicaré a analizar otras cuestiones también muy interesantes.

Me asombra como ciudadano ver cómo los conceptos de «estado de derecho» y de «democracia» se están vanalizando continuamente. No se me escapa el hecho de que en la realidad política estos conceptos son significantes flotantes que pueden ser interpretados de diversas maneras. Pero la facilidad con la que se aplican a contextos casi represivos o totalmente represivos me preocupa enormemente. Las redes sociales están repletas de mensajes que difunden la idea de que la democracia y el estado de derecho consisten en la obligación a que se cumpla la ley. Obviamente esta idea no deja de ser en parte cierta. Dificilmente los ciudadanos pueden ver garantizados sus derechos si no se cumple la ley. Sin embargo, la facilidad con la que, partiendo de esta idea, se justifica cualquier acción policial me parece más propia de un estado represivo que de un estado de derecho. No hemos de olvidar que en un estado de derecho aquellos que infringen la ley también tienen derechos. Obviamente debe de impedirse que un delincuente goce de todos los derechos de los que disfrutaría un civil cualquiera, como por ejemplo el derecho a la libertad de movimiento. Pero no se le puede privar de cualquier derecho a alguien por el mero hecho de haber cometido una ilegalidad. Tampoco puede hacerse esto mismo para evitar que se cometa tal ilegalidad. Con un ejemplo lo veremos muy claro. Sería inadmisible que se impidiese el robo de una cartera disparando contra el ladrón. El ladrón, aun siendo un infractor, aun privando a la persona robada de su derecho a la propiedad, tiene derechos. Entre ellos el derecho a la vida. Los cuerpos de seguridad ciudadana no pueden actuar de cualquier manera para impedir un robo. En el estado de derecho todos tenemos derechos, incluyendo a aquellas personas que han cometido alguna ilegalidad.

Lo dicho hasta el momento parece de lo más sensato. Algo que aceptaría todo el mundo. Ojalá fuese así. Lo cierto es que hoy en Cataluña la guardia civil y la policía nacional, obedeciendo el mandato de retirar las urnas, han atentado contra el derecho a la integridad física de medio millar de personas. Creo que no es descabellado afirmar que el referéndum que hoy se ha llevado a cabo se encontraba al margen de la legalidad (de la misma forma que también creo que la legalidad vigente puede ser alterada mediante vías legales para permitir la celebración de un referéndum legal). También creo que las fuerzas de seguridad deben intentar que la legalidad se cumpla. ¿Pero en serio alguien piensa que es aceptable que se hiera a personas sólo para quitar unas cuantas urnas? La desobediencia civil que hoy se ha llevado a cabo en Cataluña era un acto desobediente para con la legalidad vigente (como su nombre indica), sí. Pero ha sido un acto pacífico. Un acto que no ha privado a nadie de sus derechos. Ejercer la violencia contra aquel que se manifiesta sin atacar el derecho de ninguna otra persona no es propio de ningún estado de derecho ni de ningún sistema democrático medianamente decente. Aunque los manifestantes estuvieran cometiendo un acto ilegal, no es justificable atentar contra su derecho a la integridad física. Se trata de un acto desproporcionado e inadmisible.

Un estado derecho protege el derecho de todos los ciudadanos, sean parte de una movilización ciudadana o no, cometan desobediencia civil o no. Hoy, sin embargo, en nombre del estado de derecho se ha vulnerado un derecho fundamental. Parece que no todos somos sujetos de derechos en igualdad de condiciones.