Índice
Introducción
Tomás de Aquino (1225-1274), una de las figuras más destacadas de la Escolástica y de la filosofía medieval, buscó reconciliar la razón filosófica con las verdades de la fe cristiana. En su obra maestra, Suma Teológica, Aquino presenta cinco argumentos, conocidos como las «cinco vías», para demostrar la existencia de Dios. Estas vías representan una alternativa a la demostración ontológica formulada por Anselmo de Canterbury, la cual Aquino consideraba insuficiente por basarse exclusivamente en la definición de Dios.
Este artículo examina cómo las cinco vías proponen una metodología racional y empírica para probar la existencia de Dios, al mismo tiempo que critican el ontologismo como enfoque filosófico. Para un enfoque general de la filosofía de Tomás de Aquino, te recomendamos nuestro breve podcast dedicado a ello:
La crítica al ontologismo de Anselmo
El argumento ontológico de Anselmo sostiene que la existencia de Dios se deduce de su definición como «aquello mayor de lo cual nada puede pensarse». Para Anselmo, si comprendemos esta definición, debemos aceptar que Dios existe, ya que un ser que no existe no podría ser el más grande posible.
Tomás de Aquino rechaza este enfoque por varias razones:
- Confianza excesiva en la razón humana: Aquino sostiene que el entendimiento humano no es capaz de captar plenamente la esencia divina, lo que hace que el argumento ontológico sea insuficiente.
- Falta de evidencia empírica: Para Aquino, las pruebas de la existencia de Dios deben partir de la observación del mundo real, no de conceptos abstractos.
- Dependencia de una definición: Aquino argumenta que definir a Dios no implica necesariamente su existencia en la realidad.
En su lugar, propone las cinco vías, que parten de la experiencia y la observación del mundo para llegar a conclusiones racionales sobre la existencia de Dios.
Las cinco vías de Tomás de Aquino
Las cinco vías son argumentos a posteriori que se basan en la experiencia del mundo sensible. Cada una aborda un aspecto específico de la realidad y culmina en la afirmación de la existencia de un ser supremo.
La vía del movimiento
Aquino observa que todo lo que se mueve es movido por algo más. Este proceso no puede retroceder al infinito; debe haber un primer motor inmóvil que inicie el movimiento sin ser movido. Ese primer motor es Dios.
La vía de la causa eficiente
Todo efecto tiene una causa, y ninguna cosa puede ser causa de sí misma. Si seguimos retrocediendo en la cadena de causas, llegamos a una primera causa eficiente que no es causada por otra. Esta causa primera es Dios.
La vía de la contingencia
En el mundo, hay seres contingentes, es decir, que pueden existir o no existir. Si todo fuera contingente, en algún momento no habría nada. Pero algo existe, lo que implica que debe haber un ser necesario que exista por sí mismo y sea la causa de los demás. Este ser necesario es Dios.
La vía de los grados de perfección
Observamos en el mundo distintos grados de perfección: algo puede ser más o menos bueno, verdadero o noble. Estos grados implican la existencia de un ser máximamente perfecto que es la fuente de toda perfección. Ese ser es Dios.
La vía del orden o teleológica
En el universo, las cosas carecen de inteligencia, pero actúan de manera ordenada y con un fin. Esto sugiere la existencia de un ser inteligente que dirija todas las cosas hacia su propósito. Ese ser es Dios.
La relevancia de Tomás de Aquino y las cinco vías
Las cinco vías de Tomás de Aquino han sido fundamentales para la filosofía y la teología cristiana. Ofrecen un marco racional para la fe, demostrando que la existencia de Dios no solo es un dogma, sino una conclusión a la que se puede llegar mediante la razón. Además, estas vías han inspirado debates filosóficos sobre la causalidad, la contingencia y el orden en el universo.
Aunque algunas críticas modernas cuestionan su validez, las cinco vías siguen siendo estudiadas y discutidas, tanto por su profundidad filosófica como por su influencia en el pensamiento occidental.
Son argumentos filosóficos que buscan demostrar la existencia de Dios a partir de la observación del mundo sensible: movimiento, causa eficiente, contingencia, grados de perfección y orden.
Porque considera que confiar solo en la definición de Dios como prueba de su existencia es insuficiente y no tiene base en la experiencia empírica.
Es un argumento que concluye que debe haber un primer motor inmóvil que sea la causa del movimiento en el universo: Dios.
A pesar de las críticas modernas, las cinco vías continúan siendo estudiadas y valoradas como aportaciones clave al pensamiento filosófico y teológico.
Comentario de texto de Tomás de Aquino
Referencias
- Tomás de Aquino. Suma Teológica. 1265-1274.
- Gilson, Étienne. El tomismo: Introducción a la filosofía de Santo Tomás de Aquino. 1924.
- Copleston, Frederick. Historia de la filosofía: Tomo II. 1950.